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ALGÚN DIA NUNCA LLEGA - Por Eduardo Juan Salleras


Ánimo, el futuro es nuestro


ALGÚN DIA NUNCA LLEGA
Por Eduardo Juan Salleras, 17/10/09

¿POR QUÉ NO DECIR QUE ANDAMOS BIEN SI ANDAMOS MAL?
(Dedicado al general, al general de las personas)

La Argentina es un país fantástico plagado de oportunidades, de ilusiones y con un mañana promisorio, donde todo está por hacerse. Lástima el presente, porque el pasado es el propuesto y el futuro siempre, una promesa que nadie cumple.

La verdad que no es justo quejarse y tirar malas ondas, todo está bien…excepto los que no lo están.

Y estos no tienen derecho a arruinarles la vida a los demás, por mal que anden.

Esos pequeños productores de leche o los de cría, o los de las economías regionales; los desocupados o los que sí lo están pero no llega a fin de mes; aquellos que cobran la quincena y se la roban en el colectivo o en el trayecto a su casa en el cono urbano, cuando llegan oscuro, después de 3 horas de viaje, debiendo correr luego las 5 cuadras que lo separan de la parada a su hogar, para no ser interceptados, asaltados y tal vez muertos (por $700.- o por monedas); los que no son considerados por el Estado benefactor y sus dádivas, prebendas o asociaciones; ¿por qué todos ellos tienen que tirar pálidas?

Los argentinos tenemos un enorme sentido del humor a pesar de la influencia triste del tango y los grises de nuestra cultura. Hay que explotar las sonrisas, porque nos queda bien, mirando permanentemente al futuro, el presente ya está, como cayó quedó - del pasado ni hablar – no vamos a estar lamentándonos de lo que hoy nos pasa. Debemos ser positivos, verle el lado bueno a las cosas.

Si el país se cae a pedazos, no se angustien, solamente córranse para que no los alcancen los escombros. Y a seguir disfrutando.

Nunca nadie respetó la Constitución Nacional ni las leyes, ¿ahora se van a preocupar? Déjenlos que se maten entre ellos los políticos, hagan la tuya, fíjense en que se pueden beneficiar con tanta anarquía, y sean felices.

Por ello decidí salir al país a predicar – a Dios lo voy a dejar a un lado porque nos jugó una mala pasada a los argentinos; en realidad nos hizo trampa, nos dio todo pero nos negó lo más importante: ¡no tenemos excusas! ¿cómo vivir si ellas? Fácil, echándole la culpa a los demás, de todo lo que nos sale mal; a confabulaciones internacionales que viven desveladas por un posible desarrollo argentino – y cuando vaya por ahí les diré a todos ¡viva la vida!

Días pasados recibo unas fotos sobre la desnutrición mundial. Creí en un principio que podía ser Bangladesh o tal vez, alguno de esos indigentes lugares de África. No, eran de mi país, del Chaco. Un hombre desparramado en algo parecido a un “fuentón”. Huesos forrados por piel, un semblante rígido y sus ojos bien abiertos, mirando a la nada, que tal vez, cuando lo alcance la muerte, no lleguen a cerrarse. Voy a ir a verlo y a decirle que no se angustie y que tenga fe; que la Argentina es un país maravilloso, lleno de oportunidades; hay que ser optimistas. Que contraste el de ese hombre desnutrido con el regordete y lustroso gobernador de su provincia.

Luego voy a ir a los velorios y entierros de las víctimas de la inseguridad a llevarles una palabra de aliento a sus familiares…y que no se desanimen, el presente pasa, debemos apuntarle al futuro.

Haré un gran acto convocando a los millones de pobres para inculcarles ánimo; que cambien de actitud; que no sólo de pan vive el hombre sino también del fútbol gratis. Que no todo, entonces, es malo.

Esperen - les diré - tengan fe, falta muy poco y por fin tendremos la televisión para “todos”. A partir de ese histórico momento “todo” será alegría, porque “todas” las noticias serán buenas aunque contrasten con nuestra desgracia; nos sentiremos “como sapos de otro poso” y vamos a tener que cambiar. La muestra clara está en los partidos de fútbol televisados por la televisión abierta. “Toda” propaganda oficial, y “todo” está bien. Eso nos debería hacer muy dichosos. Porque en el fondo no tenemos que ser tan mala leche y pensar siempre en el presente, algún día lo nuestro será fantástico…

…”lástima que algún día nunca llega”.
 
 
Recibido de Nueva Generación Moral -

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