Crecimiento y basura:
El enorme desafío de la Ley de Basura Cero
El objetivo de este trabajo es explicar las causas de las variaciones en la generación de Residuos a través del tiempo, para evaluar el desafío de las metas a lograr por la Ley de Basura Cero.
Tomamos el concepto de generación enunciado en dicha Ley, que se refiere a la parte medible, que es la disposición final, que dice que “las metas a cumplir serán de (disminuir) un 30% para el 2010, un 50% para el 2012 y un 75% para el 2017, tomando como base los niveles enviados al CEAMSE durante el año 2004”.
La inquietud surge a partir de notar que de 2004 (año base para la Ley), a 2006 la disposición final de la Ciudad de Buenos Aires no sólo no bajó, sino que aumentó un poco, y a veces se trata de explicar esto por vía de mayores residuos provenientes de la construcción o alguna otra fuente puntual.
Siempre es posible encontrar en un período determinado algún elemento que modifique la tendencia, pero creo conveniente tratar de investigar cuáles son las causas que hacen que varíe.
Es razonable pensar que, si queremos saber porqué producimos más basura, lleguemos a la conclusión casi intuitiva de que es porque consumimos más, por tener mayores hábitos de consumo y a su vez a tipos más exacerbados de packaging.
Dicho de otro modo, porque los residuos son una parte – la rechazada – del consumo.
Lo que determina la cantidad de residuos generados en un lugar y un período determinado está dada por la población y por la generación per cápita, que a su vez es una función del Consumo.
Entonces, la Generación depende del Consumo. Sabiendo a su vez que la composición del PBI es la suma de Consumo más Inversión más Gastos del Gobierno más Exportaciones menos Importaciones, puede deducirse fácilmente que el componente Consumo del PBI es el que influye en la Generación de residuos, y por lo tanto, que la Generación de residuos es una función del PBI.
La correlación de estas variables se nota claramente en el gráfico que muestra el PBI de Argentina (1981-2006) y la recepción de residuos en CEAMSE en el mismo período, y que es una clara demostración de cómo llega a influir esta variable macroeconómica en la cantidad de residuos dispuesta, y se nota tanto cuando baja como cuando sube.A los efectos de evaluar las metas a lograr acorde a la Ley de Basura Cero, debemos ver cuál es la incidencia de los procesos de recuperación.
Para esto debemos incluir una nueva categoría, que es conceptualmente la suma de todo lo que puede evitar generarse de más (envases), más lo que se recupera para reciclado, reúso, compostaje u otra forma de valorización y que disminuya la disposición final.
De esta manera, la Generación (siempre per cápita), va a ser la Generación que correspondería acorde al crecimiento, menos la Recuperación, que es la suma de lo dicho anteriormente, y es en definitiva la esencia de lo que la Ley de basura cero promueve, que es “la adopción de un conjunto de medidas orientadas a la reducción en la generación de residuos, la separación selectiva, la recuperación y el reciclado.”
A los efectos de las metas establecidas en la Ley 1.854, el problema es que la Generación de 2010 no tiende a ser la misma que en 2004, sino ésta modificada acorde a las variaciones que tenga el Consumo, o también, del PBI.
Esto considerando que la población y el resto de las variables permanecen constantes.
Así, es de esperar que la Generación aumente con el crecimiento de la economía.
Por otro lado, las expectativas del Gobierno (y de todos los pronosticadores) y tomando en cuenta los aspectos positivos a nivel internacional, es que la economía continúe creciendo por lo menos durante los siguientes tres años, o sea hasta el 2010, entre un 5% y un 7.5%.
Entonces, para cumplir las metas y reducir la disposición final en un 30% va a tener que aumentar mucho más la separación, la recuperación y el reciclado de los residuos.
Significa que, para mantener la meta de cerca de un millón de toneladas a disponer en 2010, la reducción por recuperación va a tener que ser muy superior al 30% que marca la Ley, pudiendo llegar a ser hasta la mitad de los residuos que se generen como resultado del crecimiento que todos queremos que se produzca para bien del país.
Esto implica por otro lado, que los esfuerzos van a significar un desafío realmente considerable para todos los sectores que ya estamos trabajando en el concepto de gestión integral de los residuos.
Por: Dr. César Rodríguez
Economista especializado
en temas ambientales
Septiembre de 2007
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