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El rescate más esperado continúa sin problemas en el desierto de Atacama, al norte de Chile. Después de pasar 69 días atrapados en una cárcel de roca en la mina San José a más de 600 metros de profundidad, los 33 mineros chilenos atrapados han empezado a ver la luz del sol. La cápsula Fénix, encargada de conducirlos uno a uno al exterior a través del pozo excavado durante 33 días, ha llevado a la superficie hasta ahora a siete trabajadores. El séptimo, que ha visto la luz a las 11.20 hora española, ha sido José Ojeda Vidal, viudo de 47 años y autor del mensaje "estamos bien en el refugio, los 33", con el que comunicaron que seguían con vida. La operación es lenta, ya que cada viaje de ida y vuelta a las entrañas de la tierra dura entre 50 y 55 minutos. El dispositivo durará entre 24 y 48 horas, está siendo retransmitido en directo a una audiencia potencial de mil millones de espectadores y seguido in situ por un millar de periodistas que se ha trasladado hasta la zona.
11.20 hora española en http://www.elpais.com/
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Los 32 chilenos y un boliviano se encuentran atrapados a 700 metros de profundidad, luego que un pozo de la mina se derrumbara el 5 de agosto. Dos semanas más tarde, se logró ubicar a los mineros. A través de un angosto barreno, lograron llevar una carta a la superficie: todos habían sobrevivido el accidente.
A través del mismo orificio se introdujo luego una minicámara. Bueno para la moral, y le dio a los médicos una mejor idea sobre el estado de salud de los hombres. Al mismo tiempo, las familias pudieron ver por primera vez a los mineros atrapados. Se encuentran en un espacio de 50 metros cuadrados, pero hay túneles por los que se pueden trasladar.
Las tareas de rescate se vieron retrasadas por el robo de tres grandes perforadoras, por un valor de 95.000 euros. Aún así, el 18 de septiembre se logró realizar una perforación de un diámetro considerable. La fecha de evacuación se acercaba, para el júbilo de los familiares, que habían armado un campamento próximo a la mina, el “Esperanza”.
Las perforaciones duraron 33 días. Mañana, los mineros serán rescatados uno a uno haciendo uso de una cápsula. Los trabajos llevan aproximadamente una hora por persona, por lo que pasarán unos días antes que todos los mineros estén afuera. Éstos aún no han decidido quién saldrá último. Sin embargo, el orden de salida ya ha sido determinado por los médicos: aquellos en un estado de salud más precario, serán los primeros en reencontrarse con sus seres queridos.
Puede intentarse aquí ver la cámara en vivo:
http://www.rnw.nl/espanol/article/en-vivo-rescate-de-los-mineros-chilenos
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CAMPAMENTO ESPERANZA, Chile (Reuters) - Los mineros atrapados desde hace dos meses en el norte de Chile comenzaron a emerger de las entrañas de la tierra en la madrugada del miércoles, mientras los familiares y los servicios de rescate festejaban el emotivo rescate que quedará en la historia.
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Los mineros eran izados uno a uno en una angosta cápsula por un conducto de 600 metros de roca sólida, en un inédito operativo que comenzó en la medianoche del martes y podría durar hasta dos días.
A primeras horas de la madrugada del miércoles, los socorristas habían sacado a cinco mineros, entre ellos el único boliviano entre el grupo de chilenos.
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Cuando Avalos, de 30 años, pisó la tierra después de un ascenso de 15 minutos, su hijo menor y su esposa corrieron a abrazarlo. Poco después, Piñera lo estrechó en sus brazos, gesto que ha tenido hasta ahora con todos los rescatados.
El rostro de Avalos había sido el primero en dar la vuelta al mundo cuando 17 días después del derrumbe dieron señales de vida cuando todos los daban por muertos y se obtuvieron imágenes que mostraban a los mineros.
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Los mineros abandonaban la mina en la cápsula que apenas les permite moverse y que está equipada con un tubo de oxígeno y equipo de comunicación. También llevaban trajes especiales para soportar la abismal diferencia térmica entre los 30 grados de la mina y la fría noche del desierto, también con gafas oscuros para no quedar cegados por los focos y las luces después de haber vivido en penumbras.
Mientras tanto, los familiares estaban reunidos en torno a fogatas y rezaban y cantaban para calmar sus ansias.
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CAMPAMENTO ESPERANZA, Chile (Reuters) - Mario Sepúlveda fue el gran animador de los vídeos que los 33 mineros atrapados en el norte de Chile enviaron al exterior durante los casi 70 días de encierro en las profundidades de la montaña.
Pero nadie, ni siquiera sus hermanos, esperaban que montara un espectáculo segundos después de ser rescatado en la madrugada del miércoles.
Sepúlveda fue el segundo en salir a la superficie y apenas dejó la cápsula que lo trajo de nuevo al mundo tomó una bolsa que lo acompañó en la travesía y comenzó a repartir piedras del fondo de la mina entre los ministros y el presidente Sebastián Piñera, que lo abrazó mientras estallaba en risas.
Tras saludar a su esposa e hijos, salió al trote hacia donde estaban el resto de los miembros de los equipos de rescate y los arengó al grito de "Chi Chi Chi Le Le Le. Mineros de Chile".
En el Campamento Esperanza, donde la prensa y los familiares del resto de los mineros siguen los acontecimientos por pantallas gigantes, todos miraban incrédulos lo que estaba sucediendo.
"Él siempre es así. Pero no creía que iba a ser así teniendo en cuenta las supuestas condiciones en que vivían allá abajo", dijo su hermana Lucy.
En una muestra de su buen estado físico, el locuaz trabajador dio un testimonio que fue transmitido por la señal de televisión estatal desde el hospital de campaña instalado para hacerles un primer chequeo físico.
"Estuve con Dios y estuve con el Diablo. Me pelearon. Me ganó Dios, me agarré de la mejor mano (...) y en ningún momento titubeé", dijo sentado junto a su familia.
También aprovechó para reclamar un cambio en el mundo laboral, que garantice mejores condiciones para los trabajadores.
Por último, Sepúlveda pidió que los medios no traten a los operarios como celebridades tras su encierro a 700 metros de profundidad.
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Fotografías de agencias periodísticas: EFE y otras.
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