La ola ecologista no baña las costas de Ensenada.
En el mes de la primavera florece la deforestación.
(Nota aparecida en el Diario HOY de La Plata)
El desmonte de los alrededores del Fuerte Barragán, la tala de eucaliptos en Punta Lara y la depredación de la flora en las márgenes del arroyo Del Gato motivaron la reacción de los ambientalistas. Responsabilizan a la administración municipal que parece remar contra la corriente
La ola ecologista a la que cada vez se suben más organismos, municipios y habitantes del planeta todo, ni siquiera salpica a las costas de Ensenada.
La ola ecologista a la que cada vez se suben más organismos, municipios y habitantes del planeta todo, ni siquiera salpica a las costas de Ensenada.
Peor aún, el avance de las topadoras, hachas y motosierras hace que en el mes de la primavera florezca la deforestación.
Lejos de ser nuevo, el problema ha echado raíces y se manifiesta de modo fehaciente en tres situaciones puntuales.
Una es la depredación lisa y llana de un sector del monte ribereño que rodea al histórico Fuerte Barragán, otra la tala de añosos eucaliptos en un predio de Punta Lara, y la tercera está dada por el ataque a la flora en las márgenes del arroyo Del Gato a altura de la diagonal 74.
Así lo resumió Marcelo Martínez secretario de Nuevo Ambiente, asociación que trabaja junto con otras entidades ambientalistas como el Foro en defensa del monte ribereño.
La próxima actividad será una caravana náutica en la que también participarán el Club de Regatas La Plata, el Náutico Ensenada y el centro que agrupa a los vecinos de Punta Lara.
En la mayoría de los casos, los dardos apuntan contra el municipio que lejos de pensar en verde parece abonar el terreno para el avance del desmonte.
El caso paradigmático es quizá el del Fuerte en el que los criollos enfrentaron a los invasores ingleses, en 1806 y 1807.
Nuevo Ambiente realizó una presentación judicial y logró que el Juzgado en lo Contencioso Administrativo n° 1 de La Plata ordenara la paralización del desmonte, pero “como la Comuna aún no fue notificada sigue adelante con la extracción de árboles”, dijo Martínez al ser consultado por Hoy.
Cada vez que los ecologistas intentan ingresar son literalmente corridos como los ingleses, aunque su intención no es invadir sino preservar.
“No sabemos si desmontan para generar más espacio para la recreación de las invasiones, o si lo hacen para instalar la usina termoeléctrica de la que ya habló el intendente (Mario Secco)”, dijo el ambientalista y advirtió: “De ser así es aún peor, ya que se va a refrigerar con agua del Río Santiago y va a devolver agua caliente que seguramente va a producir más contaminación”.
El otro predio que les quita el sueño a los ecologistas se ubica frente a la costanera Almirante Brown, detrás de lo que alguna vez fue el Automóvil Club Argentino (ACA) en Punta Lara.
Según indicaron, es municipal pero le fue concesionado a un privado.
El problema radica en que “destrozaron” los árboles y sólo dejaron los troncos pelados: “Eso no es un despunte, sino una forma de tala”, acusó Martínez.
Nuevo Ambiente presentó un escrito ante la dirección municipal de Turismo, pero lejos de detenerse los trabajos siguieron adelante y ahora “el daño es irreversible”.
El tercer frente de conflicto está dado por la limpieza de las márgenes del arroyo Del Gato (hoy tierra arrasada) que los llevó a presentar un reclamo ante el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible de la provincia de Buenos Aires (OPDS), donde tampoco encontraron el eco que esperaban.
“No sólo extrajeron los ceibos, sino que sacaron barro del fondo y lo depositaron sobre las orillas, sin tener en cuenta que está contaminado con metales pesados. Ahora se corre el riesgo de que se disperse hacia el Río de la Plata, en proximidades de la toma de agua”, concluyó Martínez. El reclamo llegó a la Fiscalía de Estado
En las últimas horas, el Foro en defensa del monte ribereño del Río Santiago llevó sus quejas a la Fiscalía de Estado bonaerense, donde expuso sobre lo que consi- dera la tala indiscriminada.
En su presentación también alertó sobre la construcción de una usina termoeléctrica en la ribera ensenadense.
Según dijo en su momento el ministro de Planificación, Julio De Vido, esa planta es parte de un plan que prevé la construcción de otras cinco en distintas regiones del país.
El emprendimiento genera expectativas en la intendencia de Ensenada.
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